La ansiedad hay que trabajársela desde dentro. Si la tienes posiblemente es porque hay algo en ti, en tu vida, en tus hábitos o en tu manera de interpretar las cosas que deberías trabajar y reeducar para aprender a disminuir la ansiedad. Para ello es fantástico ponerse en manos de algún profesional, un psicólogo titulado y a poder ser especializado en trastornos de ansiedad, eso como base es lo que yo recomendaría, paralelamente a ello puedes buscar otro tipo de terapias más alternativas que se ajusten a tu manera de ser y de sentir, como por ejemplo acupuntura, flores de Bach, meditación…
Pero…seamos claros, cuando sentimos ansiedad, lo que más nos molesta son los síntomos y lo que más necesitamos es intentar calmarlos en plena crisis de ansiedad.
Voy a hablarte desde mi experiencia, que me ha funcionado para cada síntoma que he tenido, espero que pueda servirte de ayuda:
Síntomas a nivel físico
- sudoración; a mi personalmente me solían sudar las manos, una especie de sudor frío, molesto, difícil de quitar. Mi solución para ello era sencillamente ponerme las manos en los bolsillos o coger cualquier objeto. Pero la clave, si te es posible, ves a cualquier baño y ponte las manos debajo del grifo un rato, con agua tibia, aprovecha para mojarte un poquito la parte de atrás de la nuca y la frente. Te sentará genial y en pocos minutos el sudor se irá.
- tensión muscular y temblores, hay un truco infalible para la tensión muscular, si aprietas con mucha fuerza todo tu cuerpo durante unos segundos y luego sueltas y relajas con rapidez es fantástico. Al hacerlo unas dos o tres veces el cuerpo logra relajarse. Lo mismo pasa con los temblores, cada vez que temblaba (para mi ha sido uno de los peores síntomas, ya que me daba vergüenza que me vieran temblar), pues hacía una contracción muscular y luego relajaba. Funciona.
- palpitaciones; realizar respiraciones profundas. Intentar coger el ritmo natural y pausado de la respiración, poco a poco, sin intentar controlar la respiración. El cuerpo ya sabe lo que tiene que hacer y si respiras mal durante unos minutos no te vas a morir, así que tranquilo, tampoco pretendas controlar la respiración, pero intenta a partir de tres grandes respiraciones ir cogiendo un ritmo normal de respiración.
- molestias en el estómago; dolor abdominal, ganas de vomitar, no tener nada de hambre…son los síntomas típicos de los nervios de cualquier persona. Incomodan muchísimo, pero la buena noticia es que duran muy poco, puedes hacerte una tila o una manzanilla calentitas para asentar y calmar tu estómago, darte pequeños masajitos tu mimos, poner tu mano en tu tripa y darte mensajes interiores de calma.
- dificultades respiratorias, que falte el aire o que nos de la sensación que ya no sabemos respirar es también de las más molestas, pero el cuerpo está diseñado para respirar por si solo. Por más que intentes no hacerlo, de manera involuntaria cogerás una bocanada de aire para llenar tus pulmones. Lo mejor para respirar es desviar el pensamiento, distraerse con otra cosa…y cuando menos te des cuenta habrá pasado un rato y seguirás respirando.
- sequedad de boca; masticar chiquet, tener un caramelito siempre encima o una botella de agua natural para ir dando sorbos de vez en cuando. Tan fácil y sencillo como eso, no te compliques.
ÁNIMO, TU PUEDES, ESTÁS PREPARADO PARA SENTIR TU CUERPO TAL Y COMO ES.
SER SIN ANSIEDAD 